Alguna vez quise escribir. Ahora tengo la oportunidad de martirizar a los que me quieran leer con mis ocurrencias.
Sólo son frutos de mis pesadillas, o de mis sueños, a veces no está clara la diferencia. Son frutos de la soledad que a todos nos acompaña.
No os engañéis, todos estamos solos. Hay quién está tan rodeado de gente que no se da cuenta.
Al final, cuando ocurra, quizá recuerde el verso de Pavese que encabeza este blog: «Vendrá la muerte y tendrá tus ojos…»
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